Por ejemplo, con redes neuronales y modelos de aprendizaje profundo, ya es posible automatizar la detección de caries o pérdida ósea en radiografías con mayor precisión que los métodos tradicionales.
Además, según un estudio del NIH, la IA mejora la interpretación de radiografías panorámicas y ayuda a detectar patologías críticas de forma más rápida.
Por otro lado, plataformas como Overjet integran IA en software clínico, automatizando informes y reduciendo el margen de error en tratamientos. Como consecuencia, las clínicas mejoran su eficiencia operativa.
En Quantum Howl proponemos un marco estratégico para consultoras tecnológicas interesadas en el sector salud. Evaluamos la implementación de IA generativa local, respetando la privacidad de los datos clínicos y conectándola con los sistemas existentes.
También analizamos el potencial de la IA para personalizar la atención, predecir riesgos a través de big data y mejorar la experiencia del paciente en cada etapa del proceso asistencial.
En resumen, IA en ciencia odontológica no solo mejora los resultados clínicos. También representa una gran oportunidad de innovación para empresas tecnológicas que buscan impactar en salud digital.