La realidad aumentada en educación cambia la forma en que aprendemos. Esta tecnología mezcla el mundo real con contenido digital. Así, crea experiencias visuales e interactivas desde el primer momento.
Como consecuencia, los estudiantes entienden mejor los contenidos. Por ejemplo, pueden explorar simulaciones, ver modelos 3D o participar en recorridos virtuales. Además, recuerdan lo aprendido durante más tiempo.
Por otro lado, esta herramienta permite adaptar el aprendizaje a cada alumno. De este modo, mejora la inclusión, ya que se ajusta a distintos niveles, estilos cognitivos y necesidades.
Actualmente, ya se usa en colegios, universidades y formación profesional. También en asignaturas como ciencias o arquitectura, donde ayuda a visualizar ideas complejas de forma sencilla.
En Quantum Howl investigamos cómo aplicar esta tecnología de forma útil. De hecho, proponemos estrategias que integran realidad aumentada en modelos educativos modernos.
Para saber más, te recomendamos este artículo de Appinventiv, donde explican cómo se está usando esta tecnología en el aula.
En resumen, la realidad aumentada no solo mejora el aprendizaje. También transforma al estudiante en protagonista de su propia formación.